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La amiga exploró cada rincón de su cuerpo con ternura y pasión.
La madrastra de su amiga era una mujer muy atractiva y seductora, y no pasó mucho tiempo antes de que ella y el padre de su amiga empezaran a tener un romance secreto.
2 parte Chorros en la cara de novia de mi padre
La colegiala le hizo una propuesta audaz, retándolo a seguir sus instrucciones al pie de la letra para alcanzar niveles de placer inimaginables.
Con un gesto coqueto, la colegiala se sentó en el regazo de su amante, insinuando que ella sería la encargada de conducirlos a un lugar de placer indescriptible.
La madrastra de Antonio tenía un escote tan pronunciado que no podía dejar de mirarlo, aunque supiera que era inapropiado.
La hijastra era tan apretada que él tenía que lubricarla mucho antes de poder penetrarla, pero cuando lo hacía, era como estar en el cielo con ese estrecho coño.
La hijastra, llena de curiosidad, decidió explorar nuevos horizontes con su pareja en la privacidad de su hogar.
Descuidada colegiala sabe como cabalgar la polla de su novio a econdidas
La madrastra de su amiga lo tentaba con su cuerpo voluptuoso y él no podía resistirse a ella.
La amiga aventurera sorprendió a su compañero de cuarto desnuda en el apartamento y ambos se dejaron llevar por el deseo.
La estudiante más inteligente y sexy de la clase se quedó a solas con su profesor de arte en la sala de almacenamiento, donde terminaron explorando su creatividad en formas muy pecaminosas.
Cada encuentro en el apartamento era un juego de miradas y roces que los dejaba anhelando más.
La apretada vecina del piso de arriba tenía fama de ser una mujer solitaria y reprimida, pero una noche, cuando se encontraron en el pasillo del edificio, él descubrió que tenía una faceta secreta que lo dejó sin aliento
El chico de la biblioteca se enamoró de la colegiala que siempre leía junto a él y acabaron teniendo una cita en su apartamento.
La madrastra se sorprendió al encontrar al amigo de su hijastro en su apartamento, pero luego descubrió que había estado deseando eso durante mucho tiempo.
La apretada vecina del piso de abajo se quejaba constantemente del ruido que hacían en el apartamento, pero él sabía que en realidad era porque lo escuchaba gemir de placer cuando tenía relaciones con su novia.
La madre de su amiga era una mujer madura y sofisticada que sabía exactamente lo que quería.
La estudiante de intercambio se quedó en el apartamento de su tutor masculino, y aunque su relación era estrictamente profesional, ella no podía evitar sentirse atraída por él.